Para comprender el proceso de la emancipación y su trascendencia en la historia de México, conviene
dividir al movimiento en cuatro etapas: el estallido, iniciado por Hidalgo; la organización, lograda por
Morelos; la resistencia posterior y la consumación que encabezó Iturbide.
(Conoce bien estas estapas son muy importantes)
1.- Inicio de la Independencia
El 16 de septiembre de 1810 el cura Hidalgo dio el llamado “Grito de Dolores”, en Guanajuato, y convocó
a los sectores más oprimidos a rebelarse, pero proclamó a Fernando VII como legítima autoridad.
Los insurgentes tomaron la plaza de San Miguel, El Grande, y el 21 de septiembre, Celaya. Posteriormente
entraron en Guanajuato y el 19 de octubre a Valladolid, Michoacán, donde Hidalgo hizo decretos
importantes. La toma de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato, la batalla del Cerro de las Cruces,
en la que Hidalgo venció a las tropas realistas del general Torcuato Trujillo cerca de la ciudad de México
a finales de octubre, y la decisión de no tomar la ciudad de México porque sus tropas estaban casi
diezmadas; fueron episodios muy exitosos para la causa insurgente al inicio de la lucha.
José María Morelos se adhirió al movimiento en Indaparapeo, con la misión de controlar las costas
del Pacífico y el puerto de Acapulco.
Félix María Calleja derrotó por vez primera a Hidalgo en San Jerónimo, Aculco, el 2 de noviembre.
En diciembre de 1810 Hidalgo refrendó sus principios libertarios, abolió la esclavitud, los tributos y alcabalas
y decretó la propiedad comunal de las tierras.
Un aspecto importante en la difusión de ideas y noticias en la lucha por la emancipación fueron los
periódicos que comenzaron a circular por doquier. El primero, quizá, entre todos ellos, fue EL Despertador
Americano, editado por Francisco Severo, al menos desde 1811.
En enero de 1811 el general Calleja derrotó a los insurgentes en Puente de Calderón, cerca de Guadalajara.
Hidalgo, Allende y Aldama decidieron buscar apoyo en Estados Unidos, pero fueron sorprendidos
rumbo a Monclova, procesados y sentenciados a muerte. Aldama y Allende fueron fusilados el 26
de junio de 1811, e Hidalgo el 30 de julio.
2.- Organización política y militar (campaña de Morelos)
Tras la caída de Hidalgo, Allende y Aldama, se estableció en Zitácuaro, Michoacán, la Suprema Junta
Gubernativa de América, dirigida por Ignacio López Rayón, José María Liceaga y el clérigo Sixto Verduzco quienes se proponían restaurar la soberanía española y reconocían la autoridad suprema de
Fernando VII.
En la región costera de tierra caliente, hoy estado de Guerrero, actuó Morelos, quien fue más radical
que ellos. Su lucha, asociada con una liberación social y a una emancipación política del imperio espa
ñol y de Fernando VII, prosperó en sus tácticas militares y con su ejército popular.
Desde febrero de 1811 Morelos controlaba Chilpancingo, apoyado por los hermanos Bravo. Otra
figura importante que se unió a Morelos en la toma de Tixtla fue Vicente Guerrero. Los hermanos Galeana
formaban parte de las tropas insurgentes, y con ellos Morelos se apoderó de Chiautla, Puebla, y
otros sitios cada vez más cercanos a la capital.
En febrero de 1812 el general Calleja puso sitio a Morelos en Cuautla, pero la resistencia organizada
con disciplina e ingenio militar se prolongó varios meses. Morelos logró evacuar sus tropas de Cuautla
y se dirigió a Chilapa.
Un hecho relevante de esta época fue el Congreso de Cádiz, en España, donde se elaboró una constitución
liberal. Incluso diversas colonias americanas enviaron representantes a Cádiz, en marzo de ese
año, para solicitar mayor libertad política y económica para América. La Constitución de Cádiz se promulgó
en septiembre de 1812.
Para entonces Morelos controlaba el puerto de Acapulco, mientras que Félix María Calleja se convertía
en Virrey. Sus métodos para combatir la insurgencia eran crueles y carecían de escrúpulos, pero
estaba logrando acorralar a Morelos y un verdadero exterminio de rebeldes.
Morelos convocó, en septiembre de 1813, a un congreso en Chilpancingo ante el cual dio a conocer
su ideario político en un documento conocido como Los Sentimientos de la Nación: proponía la independencia
definitiva y el rompimiento con Fernando VII; también una república tripartita, la abolición de la esclavitud y la igualdad civil ante la ley, así como la supresión de tributos parroquiales. Sin embargo,
sostuvo la religión católica como culto oficial. En enero de 1814 se proclamó la Constitución de
Apatzingán, en Michoacán, pero el congreso eliminó las tendencias radicales contenidas en el programa
social de Morelos para proteger los privilegios tradicionales del clero, terratenientes y militares, aunque
se mantuvo la proclama de la independencia.
Para junio de 1814 los insurgentes estaban muy diezmados y sufrieron derrotas en Coyuca y otros
sitios, además de la muerte de Hermenegildo Galeana. La lucha de Morelos se prolongó hasta finales de
1815, cuando el general realista Matías Carranco lo tomó prisionero. Morelos fue excomulgado y sentenciado
a muerte; fue fusilado en San Cristóbal, Ecatepec, el 22 de diciembre de 1815.
3.- La etapa de la resistencia durante la Independencia
Desde 1814 Fernando VII pudo establecerse como monarca español en Madrid. Con una política conservadora
al estilo borbónico, suprimió al congreso liberal y anuló la Constitución de Cádiz. Además
envió numerosas tropas para combatir la insurgencia en México y otras colonias emancipadas. La caída
de Morelos se dio en esta contraofensiva realista; en general la lucha popular perdió casi toda su fuerza.
Por esa época, Vicente Guerrero —aislado en las montañas de Tlapa— representaba el espíritu de la
resistencia, mientras el virrey Calleja masacraba poblados enteros para extinguir al movimiento insurgente.
Agustín de Iturbide era un distinguido general realista que cumplía con eficacia las órdenes de
Calleja. Para septiembre de 1816, Calleja fue sustituido por un nuevo virrey, Juan Ruiz de Apocada,
quien decretó el indulto a los insurgentes que desistieran de su causa.
Para entonces la lucha liberal contra Fernando VII también se vivía en España. La figura de Francisco
Xavier Mina había destacado ya en 1813, durante la expulsión de tropas napoleónicas en España,
pero ahora Mina se oponía también al realismo de Fernando VII. Mina sostuvo una entrevista en Londres
con fray Servando Teresa de Mier, clérigo desterrado a Europa por sus ideas religiosas, pero sobre
todo un partidario radical de la causa liberal. Mina y fray Servando planearon un desembarco en México
para impulsar la lucha insurgente. Fracasaron rápidamente a mediados de 1817. La independencia de
México se ahogaba y muchos rebeldes se atenían a la amnistía ofrecida por Apocada. Salvo algunas figuras
como Vicente Guerrero y el general Ascensio, quienes resistían y obtenían triunfos locales y aislados,
ya casi nadie continuaba la lucha. En el siguiente cuadro se resumen los acontecimientos que
sucedieron durante la tercer etapa: la resistencia (Vicente Guerrero, Francisco Xavier Mina y fray Servando
Teresa de Mier).
4.- La consumación de la Independencia
(Esta es la etapa mas importante que tienes que conocer)
En 1820 Fernando VII enfrentó a un movimiento liberal al interior de la península. El comandante Rafael
Diego, opuesto al modelo absolutista, obligó al monarca español a restablecer la Constitución de
Cádiz. Este hecho repercutió decisivamente en la metrópoli y en la Nueva España, pues el sector conservador
vio amenazados sus intereses con este giro en la política española. Entonces el alto clero radicado
en México, los peninsulares, criollos ricos, el virrey Apocada y el propio Iturbide, pactaron un
acuerdo para separar a España y a México. Los partidarios del realismo que habían luchado contra el
movimiento de emancipación ahora estaban plenamente interesados en la consumación del movimiento
para mantener intactos sus privilegios sin que la Constitución de Cádiz los afectara.
Iturbide, después de haber perseguido en vano a Vicente Guerrero en las montañas del sur, cambió
su estrategia y le ofreció el indulto en una carta enviada en enero de 1821. Tras varias negociaciones
entre Iturbide y Guerrero, ambos se encontraron en el pueblo de Acatempan y acordaron cómo lograr
la consumación de la Independencia; según consta en el llamado Plan de Iguala: era necesaria la unidad
entre peninsulares y americanos para obtener la independencia y fundar un régimen monárquico constitucional.
Aunque se reservó el trono de México para Fernando VII, se contempló un congreso autónomo
con la facultad de elaborar normas constitucionales. Se mantendría la unidad religiosa y los fueros
del clero y de los militares.
El virrey Apocada fue sustituido por Francisco Novella, en julio de 1821, y éste por Juan de O'
Donojú, quien finalmente firmó con Iturbide el Tratado de Córdoba que reconocía formalmente la
independencia de México. El 27 de septiembre de 1821 se dio la célebre entrada del Ejército Trigarante
a la ciudad de México. Iturbide y Guerrero encabezaron este acto que benefició sobre todo al sector
conservador.
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