Historia de México Unidad - 5 - "El Porfiriato" (1876 -1911) 5.2

Aspectos económicos, sociales y culturales del régimen porfirista

La estructura económica porfirista 

Por lo menos desde que Juárez logró restaurar la República en 1867, México experimentó mejores condiciones políticas y económicas para la inversión y el crecimiento productivo. Pero fue hasta la consolidación del régimen porfirista cuando la nación se industrializó a un ritmo sin precedentes. Este aspecto sobresaliente del porfiriato ha servido como argumento para calificarlo como el mejor gobierno que México ha tenido en su historia. La vida económica bajo la dictadura porfirista fue intensa y gozó de enormes inyecciones de capital invertido, de un comercio exterior, de un sistema ferroviario moderno, de industrias petrolera, eléctrica y henequenera poderosas y de socios comerciales como Estados Unidos o Inglaterra. La industria se extendió en regiones como México, Veracruz, Morelos, Puebla, Querétaro, Michoacán, Jalisco y Guanajuato. Pero un análisis del crecimiento económico en el México porfirista revela que se trató de un modelo subsidiario benéfico para el capitalismo de esos países, más bien de carácter colonialista y subdesarrollado, con un alto costo social típico de las dictaduras latinoamericanas bajo la hegemonía de los intereses trasnacionales estadounidenses. 

La inversión de capitales extranjeros en el México porfirista se remonta a 1880, cuando la deuda exterior se aproximaba a los 192 millones de pesos, motivo por el cual fue necesario ofrecer concesiones muy ventajosas a la inversión foránea. Las compañías internacionales se apoderaron de los recursos naturales de México y de la fuerza de trabajo obrera y campesina. El comercio, la industria y la agricultura se desarrollaron en manos extranjeras sin permitir consolidar un patrimonio nacional. Estados Unidos se apoderó de las concesiones para la explotación minera, petrolera y ferroviaria, en tanto que los capitales ingleses controlaron el istmo de Tehuantepec, la industria eléctrica y también participaron en la minería. Francia ejerció un verdadero monopolio en la actividad bancaria y crediticia, y España mantuvo el control comercial y textil, como lo había hecho desde tiempos de la Colonia. A principios del siglo xx la deuda externa de México se había duplicado a 400 millones de pesos, lo cual demuestra que el modelo económico porfirista no fue conveniente para la nación. 

Desde 1871 Juárez ya había iniciado una red ferroviaria de México a Veracruz, pero fue hasta 1880 cuando Porfirio Díaz otorgó concesiones muy generosas para la construcción de un sistema ferroviario central de México a Ciudad Juárez y otro de la capital a Laredo. El propósito fue establecer una red en contacto aduanero con la frontera de Estados Unidos para enviar a gran escala materias primas 704 El porfiriato (1876-1911) mexicanas y permitir el ingreso de manufacturas estadounidenses. Otro aspecto favorable al capital estadounidense fue la concesión para el tendido de vías, el gobierno porfirista subsidiaba con seis mil pesos cada kilómetro de vía construida y hasta con 20 mil pesos si el terreno era montañoso. 

Sin embargo, Porfirio Díaz siguió las sugerencias de su ministro de Hacienda, José de Limantour, y adquirió 51 por ciento de las acciones ferroviarias en 1898. 

Si la Ley Lerdo de 1856 estableció las bases del latifundio y privatizó la producción agrícola, lo que puso en riesgo las tierras de miles de campesinos, fue el régimen porfirista el que llevó a sus máximas consecuencias esta práctica. Se creó además la Ley de Compañías Deslindado ras, la cual permitió obtener enormes beneficios a los inversionistas que manejaron la compraventa de la tierra. La Ley de Minería de 1884 puso en manos de extranjeros un sinnúmero de fundos mineros, mientras que los trabajadores de esta industria se mantuvieron en la miseria durante décadas. En cuanto a la Ley del Petróleo de 1901, sirvió para exentar de impuestos a compañías como la Person Son Ltd. (posteriormente llamada El Águila), la Huasteca Petroleum Co. y la Transcontinental de Petróleo S. A. 

En tiempos de don Porfirio la banca extranjera participó de los beneficios y concesiones que México ofrecía bajo los generosos criterios de José Ivés de Limantour. En 1900 el ministro de Hacienda dispuso la devaluación monetaria para ajustar el flujo de capitales foráneos ante la caída de los precios de la plata. La atractiva política económica de Limantour logró atraer la inversión foránea y la consolidación del Banco de Londres, entre otros. 


▼ Las contradicciones sociales en el México porfirista 

En especial en la capital y sus alrededores, la región de Veracruz (Orizaba, Río Blanco), Pachuca, Hidalgo, y su periferia se convirtieron en centros de producción donde se asentaron grandes sectores de población proletaria. El México porfirista vivió las contradicciones sociales de toda Revolución Industrial, con características típicas de la idiosincrasia y el costumbrismo sórdido de la miseria mezclada con la tradición y la modernización, rasgos palpables en la literatura realista de la época. La vida de obreros y campesinos, marcada por la explotación y las condiciones más adversas, desmiente conceptos como la “paz porfirista y el progreso nacional'! Jornadas laborales de 12 a 16 horas, salarios de hambre, enfermedades y accidentes de trabajo fueron expresiones del contraste social de la dictadura porfirista, mientras una oligarquía nacional y extranjera gozaba de todas las ventajas del sistema. La explotación infantil, la tienda de raya, el uso de capataces, la hacienda porfirista —donde los peones vivían confinados por una deuda sistemática— el analfabetismo generalizado y la ausencia de leyes que protegieran los derechos laborales fueron elementos de ese sistema económico y social que finalizó con el estallido revolucionario de 1910. Se sabe que la aplicación de la Ley Lerdo y la Ley sobre Deslinde de Terrenos y Colonización provocaron el despojo de tierras fértiles campesinas por 60 millones de hectáreas entre 1883 y 1910. Los grandes latifundios se adaptaban para el autoconsumo o para la producción mercantil cuando era posible. El peonaje y la raya, custodiados por los rurales para evitar rebeliones campesinas, distinguieron a la hacienda como un sistema semifeudaL El exterminio sistemático de etnias como los yaquis o los tarahumaras y la venta de esclavos mayas a Cuba, última colonia española a fines del siglo xix, fueron descritos por periodistas como Kenet Turner (México Bárbaro) de modo contundente. La paga de un jornalero mexicano a principios del siglo xx es comparable al de un trabajador asalariado en tiempos de la Colonia. Sin embargo, el costo de la vida se había elevado dramáticamente. Entre las grandes masas que vivían en la miseria y una elite porfirista en la opulencia, subsistía una endeble clase media estancada y amenazada por el eventual deterioro de sus condiciones sociales. 

▼ Aspectos culturales en el México porfirista 

El desarrollo cultural del porfiriato fue un reflejo de los criterios positivistas afrancesados que regían la vida económica. De manera semejante a las concesiones que beneficiaban a la inversión foránea en detrimento de las clases populares, la cultura porfirista estimuló la influencia europeizante y se mostró despectiva con las raíces indígenas y con el sentir del pueblo mexicano. La estética neoclásica y modernista privó en los modelos arquitectónicos, educativos y literarios en boga desde finales del siglo xix. Poetas de gran prestigio como Manuel Gutiérrez Nájera, Amado Ñervo, Manuel José Otón o José Asunción Silva, se distinguieron por su estilo modernista de exquisitas descripciones preciosistas bajo la huella del Parnaso francés o del simbolismo. Es una poesía rica en imágenes y de tintes paisajistas, pero en la que nunca afloraron ambientes rurales ni callejeros. Sobresalen importantes revistas literarias como: Azul o La Revista Moderna, ambas fundadas por Gutiérrez Nájera desde finales del siglo xix. No obstante, la libertad de imprenta y de libre manifestación de las ideas no fue accesible para todos los sectores. Periodistas como los hermanos Flores Magón fueron perseguidos. La dictadura porfirista se engalanó con los grandes edificios públicos a la usanza europea, como el de Correos o el que actualmente ocupa el Palacio de Bellas Artes y, desde luego el recinto legislativo que 706 El porfiriato (1876-191 1) don Porfirio ordenó construir en 1910 y que la Revolución Mexicana adoptó como monumento posteriormente. En cuanto a la educación pública, hubo iniciativas del Estado para establecer instituciones como el Ministerio de Justicia desde 1901 o la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, ambas dirigidas por Justo Sierra, el más notable intelectual del régimen, quien se preocupó por una educación laica y científica, y por impulsar como tarea del gobierno la educación pública; fue obra suya la fundación de la Universidad de México. La construcción del manicomio y de cárceles porfiristas refleja el sentido represivo del régimen, pero contrasta de manera paradójica con la escuela para sordomudos y con las escuelas normales para profesores, la Dirección General de Instrucción Pública o las escuelas municipales en sitios aislados. Pero como en los demás aspectos del México porfirista, el acceso a la educación superior y la oportunidad para asistir a universidades europeas eran privilegios oligárquicos en contraste con las carencias educativas de una población mayoritariamente analfabeta. En el ámbito cultural persistió el positivismo como filosofía al servicio del régimen, ya que su objetivo era conservar el orden con el fin de alcanzar el progreso. Así los aspectos culturales en el porfiriato fueron: 

♦ Un afrancesamiento de la vida artística y cultural: moda, mobiliario, costumbres, arquitectura, espectáculos como la ópera, música y teatro. 
♦ Las nuevas corrientes del realismo y modernismo estuvieron representadas con la producción poética y novelística de Emilio Rabasa, Amado Ñervo, Manuel Acuña, Federico Gamboa, Manuel Payno y Rafael Delgado. 
♦ La historia nacional fue analizada por Vicente Riva Palacio, Francisco Bulnes y Justo Sierra Méndez. 
♦ La creación del Ateneo de la Juventud por Alfonso Reyes, Antonio Caso, Pedro Henríquez Ureña y José Vasconcelos, entre otros, como una reacción a la enseñanza positivista. 
♦ La publicación de la revista Azul y “La Revista Moderna en las que se mostraban los excesos del Romanticismo y el culto a la forma, que reunieron a los grandes valores de las letras: Manuel Gutiérrez Nájera, Luis G. Urbina y Amado Ñervo. 
♦ La pintura tuvo dos vertientes: la europea y la nacional, ejemplo de esta última fue la obra paisajística de José María Velasco. 
♦ El grabado cobró un carácter nacional con José Guadalupe Posadas. 
♦ Hubo gran actividad en el Conservatorio de Música y cobraron popularidad las obras de Felipe Villanueva, Juventino Rosas y Manuel M. Ponce. 


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