La Revolución Mexicana fue un movimiento obrero y campesino de enormes proporciones históricas,
sociales y políticas que determinan la vida nacional durante todo el siglo xx. Entre los antecedentes del
estallido revolucionario de 1910, sobresale el significado simbólico que entre los trabajadores mexicanos, como en otros países, cobró la fecha del Io de mayo en memoria de los mártires de Chicago
(1866).
La organización obrera en el México porfirista estuvo vinculada al magonismo a partir de la actividad desplegada por el Partido Liberal Mexicano, cuyo propósito fue articular una lucha armada contra
la dictadura. En el año de 1906 surgió el Círculo de Obreros Libres en Orizaba, cuya actividad se extendió a las principales zonas fabriles del país.
Ese mismo año se suscitó uno de los antecedentes de mayor impacto para la Revolución Mexicana,
la huelga de mineros en Cananea, Sonora. Hartos por la explotación que padecían, los trabajadores iniciaron el movimiento con la exigencia de una serie de demandas como salario mínimo y reducción de la
jornada de trabajo. La parte patronal consideró excesivas las peticiones de los obreros y se valieron de
la represión armada, en la cual participaron tropas estadounidenses, por supuesto con autorización de la
dictadura porfirista.
A principios de 1907 estalló otra importante huelga de trabajadores en Río Blanco, Veracruz, por
motivos similares. Este movimiento se extendió rápidamente hacia otros centros fabriles en Puebla y
Veracruz. Tras un dictamen oficial que ordenaba a los trabajadores retornar a su labor sobrevino la acción de las tropas federales para restaurar el orden. Sin embargo, las bases obreras continuaron en resistencia clandestina durante los siguientes años, de manera que al iniciar la revolución maderista de
1910, obreros y campesinos eran los sectores protagónicos.
La movilización social a finales del porfiriato tuvo una influencia definitiva en el ámbito político
conforme las elecciones federales de 1910 se aproximaban. En un clima de agitación sin precedentes en
el porfiriato, Francisco I. Madero publicó su obra La Sucesión Presidencial en 1910, en la que sostenía la
defensa del voto popular como un derecho usurpado por la práctica reeleccionista del porfiriato, así
como la necesidad de integrar un partido político no afiliado al dictador.
El Pearson’s Magazine, periódico neoyorkino, publicó en marzo de 1908 la famosa entrevista del
periodista James Creelman al general Porfirio Díaz, en la cual el dictador defendía la necesidad de haberse mantenido al frente de la nación durante tantas décadas, pero señalaba que pretendía retirarse y que el voto popular estaba ya maduro para ejercer libremente la democracia. Se congratulaba de saber
que hubiera opositores y los invitaba a competir en las próximas elecciones. Ante estas declaraciones
sensacionalistas de don Porfirio, surgieron partidos de oposición por doquier. El más sobresaliente fue
el Partido Antirreeleccionista que postuló como candidato presidencial a Francisco I. Madero. Hubo
otros partidos de menor trascendencia como el partido del general Bernardo Reyes, disidente del porfiriato. Al desistir de su causa el general Reyes surgió el Partido Nacionalista Democrático que pugnaba
por una lucha armada.
El principal opositor del dictador Díaz fue Francisco L Madero, cuya campaña parecía identificarse con las esperanzas de múltiples sectores que reclamaban un cambio inmediato. La popularidad
de Madero desató una reacción repentina de la dictadura; el 6 de junio Madero y Roque Estrada fueron detenidos y encarcelados. Así, la jornada electoral del 26 de junio tuvo como resultado el triunfo
del general Porfirio Díaz como presidente y del general Ramón del Corral como vicepresidente. La
reelección se perpetró nuevamente, pero el país entero la consideró como un fraude electoral. Esta
fue la última reelección de Porfirio Díaz, cuyo gobierno estaba formalmente autorizado por el congreso porfirista para el periodo de 1910 a 1916, cuando el Plan de San Luis interrumpió la “paz porfirista”
La Revolución Mexicana tuvo como antecedentes:
♦ Las huelgas (Cananea y Río Blanco)
♦ Los partidos de oposición como el Partido Liberal Mexicano, el Antirreeleccionista o el Constitucional Progresista
♦ Los movimientos de campesinos y obreros
♦ El periodismo de oposición como El Ahuizote, El Hijo del Ahuizote y Regeneración
♦ La entrevista a Porfirio Díaz por el periodista Creelman
♦ La campaña de Madero y su libro La sucesión presidencial de 1910
♦ Los levantamientos en Puebla encabezados por los hermanos Flores Magón
Entre las causas de la revolución Mexicana están:
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