*Restauración de la República:
gobiernos de Benito Juárez y de Sebastián Lerdo de Tejada
Al terminar la segunda intervención francesa y con el regreso de Juárez al gobierno, inicia el periodo conocido
como la República Restaurada, que abarcó los gobiernos de Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada.
Caracterizados por la civilidad y un proyecto de gobierno basado en la restauración de la república.
El triunfo de las tropas republicanas significó para Juárez su consolidación como presidente de la
nación. Desde su nombramiento, a finales de 1857, para sustituir a Comonfort, se había mantenido al
frente del Poder Ejecutivo. Su permanencia en el poder empezaba a disgustar a los seguidores de Sebastián
Lerdo de Tejada, ministro de Justicia. Con un país más estable y casi sin conflictos, Juárez pudo
emprender una nueva relación con inversionistas extranjeros y nacionales para impulsar la vida econó
mica. Destacan en esta etapa de la vida nacional medidas que Juárez implemento como el juicio de
amparo para proteger a los particulares contra posibles abusos del sistema judicial al sentenciar una
causa. Pero sobre todo, el ministro de Educación, Gabino Barreda, fundó la Escuela Nacional Preparatoria
para sustituir al modelo educativo del clero en México. También creó la Escuela de Medicina y las
de Ingeniería y Leyes. Gabino Barreda introdujo la filosofía positivista que, entre otras cosas, se distinguía
por el vigoroso impulso a la ciencia y a la tecnología para la modernización industrial de México.
En 1871 Juárez se mantuvo como presidente de la nación mediante la reelección para el periodo
1872-1876. Porfirio Díaz se manifestó en contra de la reelección juarista. Se conoce como Plan de la
Noria al levantamiento de Porfirio Díaz en 1871, el cual fracasó. Fue hasta julio de 1872 cuando la muerte
de Juárez dio pie para un cambio presidencial. Ahora se nombró como presidente interino a Sebastián
Lerdo de Tejada. Durante su mandato, Lerdo sostuvo los mismos criterios que Juárez, pero intensificó
las medidas anticlericales y restableció al Senado de la República. Lerdo de Tejada también creó el ferrocarril
de México a Veracruz con el fin de modernizar el transporte.
Al pretender practicar la reelección a finales de 1875, Lerdo de Tejada enfrentó una oposición iniciada
por varios generales porfiristas que proclamaron el Plan de Tuxtepec. Para octubre de 1876 Porfirio
Díaz ya estaba al frente del movimiento y se proclamó como presidente provisional. Pronto logró derrocar
a Lerdo de Tejada y al ministro de justicia José María Iglesias, a quien inicialmente el Plan de Tuxtepec
lo había reconocido como vicepresidente. El lema antirreeleccionista fue la bandera porfirista.
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